Una
vez descansaba sobre una mesa de madera,
Mi
cuerpo enamorado me pedía una rosa,
Pero
tan sólo pensarte me pone nerviosa.
Mi
vestido largo estaba pensando en ti,
Como
un ave en descanso creí que estabas aquí,
Siempre
me desilusiono cuando veo la realidad,
Ya
no hay esperanzas, es mejor no saber la verdad.
Cuando
te miro
Me
tiendo a congelar,
A
veces no respiro
Y
me pongo a imaginar
Y
qué pasaría?
Si
tu vida y la vida…
Y
qué pasará?
Si
tú vienes hoy y no vuelves más.
Te
pareces a una mariposa
Que
me encontré en un jardín,
Sus
alas ya no son color rosa,
Su
mirada ya no es color gris.
Te
pareces a un tigre de rayas blancas,
Me
gustaba su piel, me encantaba su manta,
Sucede
que lo miraba apasionada,
Sucede
que ya no era su calor,
Era
su completo e incondicional amor.
Si
ves al amor cruzar por los valles,
Si
lo ves andar descalzo y con traje,
Si
lo ves buscarme en cada calle
En
cada hoja de su mensaje
Dile
que me viste en cada avenida
Pero
que siga mis pasos en cada uno de sus días.
Al
final, si lo veo, le preguntaré por ti,
Porque
eres el más bello destello
Desde
la flor hasta la raíz,
Al
final, si es que llega, lo miraré de arriba abajo,
Porque
sabes que lo amo,
Aunque
no lo demuestre tanto.
Este
poema es un poco loco
A
veces escribo sin tiempo remoto,
Pero
al amor que quieras confundir
Al
ave que no quieras ver partir,
Dedícale
este poema sin censura
Sin
control, sin amargura
Que
amores hay muchos
Pero
sólo uno puede concluir tu mundo…
MARÍA LUCIANO
22-04-14